El estado de alerta es un mecanismo de defensa que sirve para defendernos. Pero cuando pasamos a un estado de alerta continuo nuestro bienestar mental entra en peligro. Es normal que ante una situación que percibimos como amenazante sintamos o presentemos síntomas típicos de un trastorno de ansiedad. El corazón más acelerado, sudoración, respiración algo más rápida de lo normal. Todo esto es fruto de un mecanismo fisiológico que se pone en marcha para ayudarnos a superar esa situación que percibimos de peligro.

Sin embargo, hay personas que tras un periodo de estrés pueden notar estos síntomas no de forma excepcional, sino de forma recurrente en su día a día. Cuando esto ocurre, y si genera gran malestar porque no sabes como controlarlo es momento de consultar a un especialista.

¿Qué síntomas pueden hacernos sospechar que existe un trastorno de ansiedad?

¿Qué síntomas pueden hacernos sospechar que existen un trastorno de ansiedad?

  • Sudoración excesiva

Esta sudoración se produce sobre todo en manos, pies, frente y axilas. No se puede controlar y esto produce gran malestar a la persona.

  • Temblor

No aparece en todos los casos, pero es típico de las personas que tienen síntomas de ansiedad cuando hablan en público o se enfrentan a una situación que les da miedo.

  • Taquicardia

El corazón se acelera más de lo normal. En ocasiones también se produce sensación de dolor en el pecho pero esto está debido a la tensión de los músculos del tórax generalmente.

  • Respiración acelerada

La persona con ansiedad suele tener episodios de respiración más acelerada, incluso comienza a sentir que le falta el aire, que no entra bien.

  • Dolores musculares o contracturas

Los músculos se tensionan y al ser de forma persistente se producen contracturas en los diferentes grupos musculares, lo más frecuente a nivel cervical.

  • Dolores de cabeza

Producidos por las mismas contracturas de los músculos que tenemos rodeando el cráneo y músculos del cuello.

  • Mareos

Suele ocurrir en los casos más importantes, en los que tienen una evolución completa de síntomas. La persona se intenta enfrentar a la situación que le genera ansiedad, comienzan los primeros síntomas pero no es capaz de controlarlo y finalmente aparece la sensación de mareo y malestar generalizado.

  • Dolores abdominales recurrentes

Los dolores abdominales son frecuentes y la diarrea también en las personas que padecen ansiedad. Estos síntomas pueden aparecen incluso en personas con bajo nivel de ansiedad. Es frecuente la sensación de falta de apetito, o de comer y tener sensación de plenitud al instante. Cuando esto persiste puede provocar incluso la pérdida excesiva de peso.

Como hemos visto la ansiedad produce síntomas que todos hemos padecido en alguna ocasión. Muchas veces, los pacientes no consultan porque se encuentren nerviosos, o con ansiedad, sino porque tienen problemas digestivos, dolores de cabeza que no mejoran o sensación de taquicardias. Conocernos a nosotros mismos, ser conscientes de si estamos pasando por un momento de más estrés o preocupación nos ayudará a detectarlo. Detectarlo es el primer paso para poder controlarlo y pedir ayuda.

Muchas veces, uno mismo puede solo controlar la situación, pero en ocasiones esa situación se nos ha ido de las manos y ya no podemos.

 NO pasa nada por pedir ayuda, los especialistas estamos para eso, para acompañarte y ayudarte a superarlo y a que recuperes el control.

Si necesitas ayuda o conoces a alguien que pueda necesitarnos cuenta con Centro de Psicología Patricia Postigo.

Mantente al día de todos nuestros consejos en nuestras redes sociales.