Los cambios de estación llevan implícitos cambios en las horas de luz. La luz para los humanos es como para las plantas y los animales una fuente de energía que regula en nuestro organismo cosas tan importantes como la liberación de hormonas y sustancias que regulan nuestro sueño o nuestro estado de ánimo.

Si la llegada del Otoño es un momento de bajón para tí, te cuesta levantarte, te encuentras más desanimado de lo habitual, puede que estés ante un trastorno afectivo estacional, y hoy te contaremos algo más de él.

¿Qué es el Trastorno afectivo estacional?

El trastorno afectivo estacional es un problema de adaptación que sufren algunas personas con los cambios de estación. Por ello, es un problema generalmente transitorio, que en unos días o pocas semanas se resuelve al acostumbrarse nuestro organismo a ese cambio que hemos sufrido.

Es lo mismo que nos ocurre con el “Jet lag”, tardamos unos días en que el cuerpo vuelva a coger ritmo.

¿Por qué se produce?

Los cambios de rutina y en especial las horas de luz influyen de forma considerable en nuestro organismo.

Con la llegada del Otoño, y el descenso de las horas de luz, la Melatonina, sustancia que nos ayuda a conciliar el sueño aumenta, provocando en ocasiones un exceso de sensación de sueño o cansancio en horas en las que aún debemos estar activos.

A su vez, la serotonina, que nos da placer y energía, se segrega más con la luz. Al disminuir las horas de luz la serotonina disminuye favoreciéndose sentimientos de tristeza, irritabilidad o los cambios de humor.

Por todo esto, en Otoño o en invierno estos cambios en nuestro organismo pueden favorecer cambios en nuestro estado de ánimo y nuestra energía a la hora de hacer las cosas.

¿Podemos hacer algo para vencer el trastorno afectivo estacional?

Por su puesto que podemos hacer cosas para combatirlo.

  1. Cuida de tu dieta.
  2. Aumenta la exposición al sol aumentando las actividades que haces al aire libre.
  3. Haz cosas que te gusten, planes con amigos.
  4. Cuida y fomenta el descanso y el sueño.

Además, recuerda pedir ayuda si ves que estos síntomas se prolongan y no consigues combatirlos.

 En Centro de Psicología Patricia Postigo queremos cuidar de ti y de los tuyos. Consúltanos.

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