¿Eres consciente realmente de la importancia de dormir bien? Son muchos los artículos que hablan sobre los beneficios del sueño, pero muchas personas no son conscientes de la relación que existe entre un sueño adecuado y su salud mental.

Dormir bien no es dormir solo las horas suficientes

Todas las personas, más o menos, duermen. El sueño forma parte de las necesidades fisiológicas de nuestro cuerpo y dormir es tan importante para él como el comer.

Durante el sueño se producen numerosos fenómenos en nuestro cuerpo pero especialmente en nuestro cerebro.

Durante el sueño profundo, nuestro cerebro almacena los recuerdos, y procesa todo lo que nos sucede durante el día.

Además, se produce una “limpieza” de todas aquellas sustancias que actúan como tóxicos para nuestras células, permitiendo mantener una adecuada salud.

La falta de horas de sueño pero también una mala calidad del mismo pueden interferir en todos estos procesos tan beneficiosos para nuestro organismo. Por este motivo, no solo hay que dormir unas horas determinadas sino que también es necesario que durante esas horas alcancemos el sueño profundo.

¿Qué relación existe entre sueño y salud mental?

Sueño y estado de ánimo siempre han estado relacionados. Seguro, que más de uno, se ha encontrado más irascible, después de una mala noche, más triste o con el ánimo bajo. Le ha costado concentrarse o centrarse a la hora de trabajar.

Y es que no conseguir dormir unas horas suficientes de sueño de calidad pueden afectar considerablemente a nuestro estado de ánimo, así como agravar procesos como la ansiedad o la depresión.

Una persona con ansiedad o depresión suele tener alterado el sueño como consecuencia de su enfermedad, pero, además esa falta de sueño reparador puede empeorar los síntomas de estos problemas.

¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad del sueño?

Si algo le gusta a nuestro cuerpo son las rutinas. Por este motivo para conseguir mejorar nuestro sueño podemos:

  1. Mantener horarios de sueño, tanto de acostarnos como para levantarnos.
  2. Alimentación sana, evitando las cenas copiosas.
  3. Realizar ejercicio físico regularmente evitando las últimas horas del día.
  4. Realizar alguna actividad relajante antes de irnos a dormir como leer, meditación o ejercicios de respiración pueden ser de gran ayuda.
  5. Evitar el uso de pantallas o móvil antes de dormir, ya que la luz que emiten interfiere con la secreción de melatonina sustancia fundamental para inducir el sueño.